wikipedia - 06 Mar 2022
«De pronto, Leningrado emergió de la oscuridad ante nuestros ojos», escribió la poetisa Olga Bergholz. «Hasta las últimas grietas en los muros, la ciudad nos fue reveladaː bombardeada, acribillada y marcada con sus ventanas de madera contrachapada. Y vimos que a pesar de tantos golpes crueles, Leningrado conservaba su orgullosa belleza. Bajo las luces azuladas, rosadas, verdes y blancas, la ciudad nos pareció tan austera y conmovedora que no nos cansábamos de contemplarla».